El “Chino” Canónico y la primera victoria de los héroes del 41

El “Chino” Canónico y la primera victoria de los héroes del 41

El aire olía a madera quemada. El montículo era una hoguera y el 27 de septiembre de 1941 Venezuela encendió una llama que no se extinguirá nunca.

En el segundo juego inaugural, después de que Cuba aplastará a El Salvador por 16 carreras a 0, Venezuela iniciaría su segunda participación en la IV Serie Mundial Amateur ante Puerto Rico, en el Estadio “La Tropical”.

Daniel “Chino” Canónico aquella tarde atravesó el diamante hasta el montículo y desde ahí envió ráfagas endemoniadas, deshilachando la pelota con sus nudillos, mientras la pelota danzaba en el aire hacia el guante del receptor, Enrique Fonseca. Los puertorriqueños aventaban al viento.

Mientras, los venezolanos hacían arder los bates por la fricción de cada imparable conectado. El aire comenzó a oler a madera quemada después de nueve obuses contra dos lanzadores boricuas.

Todos estos tablazos iniciaron en el segundo inning de las manos de Francisco “Tarzán” Contreras cuando disparó un metrallazo sobre segunda y luego se hurtó la intermedia mientras recargaba la artillería Malpíca, que después recibió un boleto directo a primera.

En aquel contexto salió Enrique Fonseca al cuadro y prefirió sacrificarse, para que avanzaran los corredores. Poco después, Daniel Canónico, fue golpeado por el pitcher; las bases estaban repletas de chucherías.

Así, con la piñata full, el zurdo José Pérez Colmenares encendió de candela el bate para reventar aquella fiesta con un palazo profundo hacia el lado izquierdo fletando las dos primeras anotaciones y permitiendo a Canónico llegar hasta la segunda base.

Luego, Luis Romero Petit tomó el camino del piso y roleteó hasta lo profundo del campo corto. Ahí el defensor se sacó un buen fildeo, pero no pudo completar la jugada y la piñata de diamante volvía a mostrarle los dulces a Venezuela.

Pero Puerto Rico no permitió que le reventaran aquello y permitió un passed ball que permitió la anotación de Canónico más el avance a tercera y segunda. Fue después Benítez que envió una tremenda línea para que Pérez anotara la cuarta carrera de la tarde. La madera del bate criollo sacaba humo.

Pero, en la quinta entrada y ya con 8 carreras, la tarde sucumbía ante la noche y el juego se suspendió por la oscuridad. El partido término 12 a 1 con una actuación estelar del serpentino “Chino” Canónico que solo concedió cinco incogibles a la tropa boricua, de los cuales dos fueron de piernas y solo una anotación.

Con esa victoria inició la proeza de los 20 beisbolistas de la embajada venezolana en Cuba que dieron todo en una cerrada confrontación para alzar el 22 de octubre la copa de la Serie Mundial y el privilegio de ondear la bandera tricolor en el estadio “La Tropical” bañados en la gloria de ser Campeones Mundiales de Besibol Amateur.

Source: Meridiano

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