Samuel Aldrey /@SamuelAldrey

El Barcelona tuvo la admiración del mundo el día en Pep Guardiola desde el banquillo lideraba a un equipo de un enorme talento. El técnico tuvo una enorme capacidad de anticipación, incuestionable desde que consiguió que su vida girara alrededor del desacomplejado Johan Cruyff y sus ideas. Unas ideas que el Barcelona quiere volver a tener plasmado en su juego.

Ninguna figura personificó mejor la innovación azulgrana que Guardiola por culer, por representante de la Masia y por apóstol de Cruyff.  Ahora el Barcelona busca esa misma fórmula con Xavi Hernández, pero el de Terrassa tendrá una herencia difícil de superar y en un club que no tiene un rumbo adecuado.

El mérito de Pep fue ir un paso por delante de los demás, sobre todo en las decisiones estratégicas, aquellas que se referían al juego, expresadas en un estilo muy definido.

Malas decisiones.

La mayoría de las decisiones se han tomado de manera espontánea sin ninguna hoja de ruta clara, tanto en el banquillo, por el que han pasado Tito Vilanova, Tata Martino, Quique Setién y Koeman, como en la junta directiva que ha visto la caída del proyecto de Rosell, Bartomeu.

Ahora le corresponde a Laporta el ambiente para alimentar el éxito de Xavi.

La ilusión de Xavi es la misma que mostró Koeman cuando aceptó la dirección del equipo azulgrana después del 2-8 de Lisboa. El neerlandés llegó después de ese descalabro y fue víctima del naufragio del club.

El héroe de Wembley fue sacado mientras iba en avión igual que al capitán del Dream Team se le dio la baja en una jardinera del aeropuerto de Atenas después de la dolorosa caída contra el Milan.

Así parecen que terminan todos los entrenadores en el Barcelona sin importar el éxito que traigan al club y Xavi deberá ir con cuidado.

Guardiola el más exitoso. Este ciclo del Barcelona comienza con Pep Guardiola, aunque nadie le quería. Laporta, que aspiraba a acabar su mandato con Rijkaard en el banquillo, cedió finalmente a la opinión de la mayoría de los directivos, que se pronunciaba por el cambio. Y Pep, como heredero de Cruyff, llevó al Barcelona a lo más alto.

Los valores recibidos, lo que predica engancha con la formación recibida por los canteranos que jugaron bajo su mando. Messi, Iniesta, el propio Xavi, Busquets, Pedro, Bojan, Cuenca, Piqué. Todos ellos dieron al mundo un espectáculo difícil de emular y de repetir en el fútbol. La banda la dejó demasiada alta.

Por ejemplo, Piqué, que creció en el fútbol base, emigró a Manchester y, de vuelta a casa, se encontró con estilo demasiado conocido: «Muchos de los conceptos que nos pide Guardiola los escuché de niño. Me pasa a mí, a Messi, seguro que a Iniesta, a Puyol y a Xavi…. El entrenador nos pide cosas que ya hemos hecho antes, que nos han inculcado otros entrenadores».

Pep consiguió 14 títulos como entrenador del Barcelona. Dos Champions, tres ligas, dos mundiales de clubes, dos supercopas de la UEFA. Ganó 179 partidos de 257 disputados, empató 47 y perdió 21.

Con su registro y palmarés los aficionados culés tienen a Pep como el mejor entrenador de su historia.

Pep avasalla a todos sus herederos y no deja dudas: fue el mejor /Elaboración propia. Datos Transfermarkt

Vilanova y un adios inesperado. Después de la marcha de Pep, su segundo, Francesc Vilanova tomó el equipo y ganó la liga, pero un cáncer lo alejó del banquillo y de la vida. El 13 de mayo de 2013, Tito Vilanova celebraba con el resto de la plantilla la Liga 2012-2013 que había logrado el Fútbol Club Barcelona. Unos días después, el 31 de mayo, el todavía entrenador del equipo salía al paso de las informaciones que apuntaban su salida del club. «Dentro de un año, seguiré entrenando este equipo», decía.

Pero el cáncer cambió sus planes. El 19 de julio, el entonces presidente del club, Sandro Rosell, anunció la retirada de Tito Vilanova como entrenador para poder recibir tratamiento intensivo contra su enfermedad.

Tito,  estuvo  44 partidos al mando ganó 33, empató 6 y perdió 5. Con él el Barça vivió una época de buen fútbol ligado a las ideas de Pep.

Martino y la decadencia.  Después de Tito llegó el Tata Martino que no pudo darle al aficionado el feeling que tenía con Pep y Tito. Fue un desastre.

«Un fracaso total» , fue como Gerardo Martino en la revista Panenka pensó de su paso por el Barcelona.  Y es que aunque se hubiera conseguido la Liga, la situación no habría cambiado porque “ese título no hubiese aportado nada al club. Normalmente un fracaso significa no ganar. Mi visión es otra. Si el Barça hubiese tenido un perfil de equipo, aunque no hubiéramos ganado el título no habría sido un fracaso. Pero no lo ganamos y encima no jugamos bien”.

Estuvo en 59 partidos, ganó 40, empató 11 y perdió 8. Solo ganó un título.

 Luis Enrique y el quintete. Luis Enrique cogió un equipo con Neymar, Messi y Suárez y lo convirtió en una máquina, pero comenzó con el pie izquierdo y muchas dudas. Al final, terminó siendo el más  cercano a Pep en números con 138 victorias en 181 partidos, 22 empates y 21 derrotas con 9 títulos.

Luis fue el que más se acercó al éxito de Pep e incluso le superó en puntos conseguidos por partido /Elaboración propia. Datos Transfermarkt

Luis Enrique se marchó como un campeón, ganador de 9 títulos de 13, un palmares que le coloca en el Olimpo del club y en la misma mesa que Johan Cruyff o Pep Guardiola. 

Nadie podrá recriminarle a Lucho su paso por el club.  A veces se le maltrató por la prensa e  incluso como si su éxito solo fuera por el tridente que formaron Messi, Luis Suárez y Neymar. Ocurre que Luis Enrique no tiene memoria ni quiere ser recordado nunca le interesó la propaganda, los homenajes o reconocimientos de terceros, ni siquiera los de la UEFA o la FIFA.

A veces parece un hombre de viejas costumbres que solo quiere ser esclavo de sí mismo: “Vine a ganar títulos y si no lo haces, vendrá otro”, afirmaba. “Así funciona el Barça”. Lucho lo tenía claro.

Valverde y humillaciones. 

Después del éxito  de Luis, llegó Ernesto Valverde.  Valverde le tocó repensar su idea de equipo:  ya no se trata de fichar sino de evitar que futbolistas como Piqué, Busquets, Luis Suárez o el mismo Messi sean tan vulgares. Y lo fueron en Champions con eliminaciones bochornosas ante la Roma y Liverpool. Valverde firmó  145 partidos, 97 victorias, 32 empates y 16 derrotas.

Después de ahí Quique Setién con su bochornoso 2-8 ante el Bayern en Champions y Ronald Koeman fueron quemados por la prensa y el aficionado. Víctimas de los efectos del paso del tiempo y una gestión nefasta. 

Xavi entonces si decide coger el club. Tendrá el deber de seguir la herencia de Cruyff y Guardiola e intentar superarlos. Una misión que no podrá evitar y que parece imposible.

Source: Meridiano