Marcelinho Huertas es puro espectáculo por la magia que transmite cuando está en pista, es un base diferente que entiende el baloncesto desde una perspectiva creativa que ha enamorado a los aficionados a este deporte en España.
Pero también es un jugador regular que cada campaña consigue sus objetivos y que es capaz de combinar a la perfección las dosis de magia con la efectividad que se requiere para triunfar.
Es por esta constancia en su juego por la que ha sido nombrado Mejor Jugador Latinoamericano de la Liga Endesa, un premio que otorga la competición de la mano de la Agencia EFE y la ACB que por segundo año consecutivo va a parar a las manos del base brasileño.
Y lo ha conseguido antes de que acabe la competición al imponerse de forma matemática, con una ventaja de 52 puntos, sobre Jasiel Rivero, pívot cubano del Hereda San Pablo Burgos.
En cinco ocasiones ha sido nombrado mejor latinoamericano de la jornada por culminar grandes actuaciones que le sitúan como el décimo mejor valorado de la liga con una media de 15.8 créditos por choque.
Solo su gran campaña del año pasado, que acabó con un promedio de 16 de valoración, supera la labor del director de juego este año y es que está completando uno de sus mejores cursos en anotación (14.2) y en asistencias (6.2), un aspecto en el que ocupa la segunda posición del ranking solo por detrás de Dani Pérez (Baxi Manresa).
Este desempeño le ha llevado a batir otro récord histórico en su décimo cuarta temporada en la liga española y es que, tras superar a Nacho Azofra, se ha convertido en el segundo máximo asistente de la historia del campeonato con 2228 pases de canasta.
Se trata de unos números que se traducen en un jugador comprometido, que sigue mejorando cada campaña y que a sus 37 años -cumplirá 38 el 25 de mayo- sigue dando lo mejor de sí en cada encuentro de una liga en la que ya ha disputado 448 partidos.
Pero más allá de estas cifras individuales, es imposible separar el buen estado de forma de Huertas de las dinámicas positivas de compañeros como el uruguayo Bruno Fitipaldo o el georgiano Gio Shermadini pues en cada encuentro se nutren de la energía del base para convertirse también en jugadores determinantes para el equipo isleño.
Reside aquí la particularidad de este jugador, pues no solo deja asistencias y canastas inverosímiles guardadas para siempre en la retina de todos los aficionados, sino que también ha liderado a un Lenovo Tenerife que ocupa la tercera posición de la clasificación de la liga y que será cabeza de serie de en la fase final.
Tras haber pasado por cinco equipos españoles (Joventut de Badalona, Bilbao, Baskonia, Barça y Canarias) y por su experiencia en la NBA a cargo de Los Ángeles Lakers, Huertas se encuentra ante la mejor versión de sí mismo, capaz de sorprender tanto por su calidad técnica como por su aportación al equipo.
El brasileño, se enfrenta ahora a uno de los mayores retos de su carrera profesional que es el de seguir liderando al combinado aurinegro hasta una cima que ya saboreó en sus anteriores etapas en Barcelona y Vitoria.
Source: Meridiano