Una extraordinaria curiosidad por lo casi invisible fue lo que llevó a un humilde comerciante de telas holandés a hacer uno de los descubrimientos más importantes de la historia de la Biología.
Sucedió un día de 1677 cuando Anton van Leeuwenhoek examinó a nivel microscópico su propia eyaculación.
«Quedó inmediatamente impactado por los pequeños ‘animálculos’ que encontró retorciéndose».
Source: El universo
La impresionante historia de Anton van Leeuwenhoek, el "descubridor" de los espermatozoides (y su peculiar reacción al conseguirlo)
2019-03-13