Manuel Vargas | @MA_Vargas7
La selección de Francia arribó al Mundial de Rusia 2018 como una de las selecciones a tener muy en cuenta en el torneo, pero sin esa vitola de favoritismo que ostentaban otras selecciones; sin embargo, y poco a poco, el combinado galo ha ido creciendo durante el andar del campeonato hasta meterse en la gran final ante Croacia sin pasar muchos sobresaltos.
Una fase de grupos como se esperaba
Encuadrada en el Grupo C del torneo, Francia comenzaría su caminar ante una dura Australia que le complicaría mucho las cosas. Los oceánicos fueron un hueso más duro de roer de lo que se esperaba, gracias a que mantuvieron sus líneas juntas y se ayudaron mucho en defensa.
Los franceses tuvieron que esperar hasta que un penalti cobrado por Griezmann, pitado gracias al VAR, les permitiera abrir el marcador, pero luego sería Jedinak quien marcaría desde los 11 pasos. Al final en una buena jugada de Pogba, Aziz Behich terminaría marcando en propia puerta para darle el triunfo los galos (2-1).
Francia pasaría más trabajo aún en el segundo duelo contra una selección de Perú que estaba obligada a aganar para no despedirse del Mundial. Pese al buen juego desplegado por los incas, fue en el tramo final de la primera parte que los europeos pudieron hacerse con el control de juego y ese rato les bastó para que Mbappé anotara el único gol del partido (1-0) y sentenciara la clasificación a octavos y la eliminación de los peruanos.
Ya en el último choque frente a Dinamarca ambas selecciones entraron con muchos cambios en sus equipos titulares, por lo que el duelo fue algo más de trámite. El empate beneficiaba a las dos selecciones y el 0-0 permaneció intacto en el marcador. Así Francia se aseguraba el primer lugar del Grupo C y los daneses la clasificación.
Batallas ante “Los Hermanos de la Plata”
Tras quedarse con la primera casilla de su grupo, Francia debía enfrentarse en octavos ante un rival más que inesperado: Argentina. La irregular fase de grupo de los argentinos les terminó enfrentando a los que a la postre serían sus verdugos.
Francia y Argentina protagonizarían un duelo cargado de goles y en el que Mbappé fue el verdadero crack. El joven de 19 años generó el penal, que luego marcó Griezmann, y anotó un doblete que lo encumbraría como el hombre del partido. Con jugadas de lujos, pases y corridas vertiginosas, unidas a los tantos de Griezmann y Pavard, anularían la arremetida argentina (ayudada por la pasividad de la defensa francesa) y dejarían un 4-3 que los metía en cuartos de final.
En esa siguiente instancia el rival sería Uruguay. El partido ante los charrúas supondría un cambio, porque si bien habían tenido actuaciones regulares, la más pareja en todos los sentidos fue la que hicieron ante los uruguayos. Dominaron en momentos justos, controlaron en otros, defendieron bien en algunos más y pegaron en las oportunidades que tuvieron. Varane primero y Griezmann después (con ayuda de Muslera) fueron los autores de ese 2-0 que llevó a Francia a la sexta semifinal de su historia.
Practicidad contra los vecinos
Bélgica sería su rival en unas semifinales 100% europeas. Tal y como se preveía, el enfrentamiento fue totalmente parejo y tanto Lloris como Courtois fueron protagonistas al desbaratar varias ocasiones de gol. Ya mediada la segunda mitad fue un cabezazo de Umtiti el que desequilibraría las acciones. Luego los franceses se dedicaron a esperar para sentenciar de contra, aunque tuvo varías chances no pudo hacerlo y pese a un gran Hazard los belgas no revirtieron la situación y Francia llegó a la final.
Después de un camino en el que no tuvieron que superar grandes obstáculos, será Croacia el último y el más importante a superar. En una final inédita, Francia buscará poner la segunda estrella en su pecho y levantar un trofeo que ya fue suyo justo hace 20 años.
Source: Meridiano