Pablo Alejandro Rondón| @PablinhoAle3110
CARACAS. Como ha sido habitual en más de una década, Caribes de Anzoátegui está entre los contendores al título de la LVBP. Por vez 11 clasificó la “Tribu” a la postemporada de manera consecutiva al amarrar el primer lugar de la división central y también, de manera reiterada, la fórmula a trabajar por la gerencia en el camino al título será apertrechar el cuerpo de lanzadores.
El gerente deportivo de los aborígenes, Otto Padrón, indicó a Meridiano.Net que el aspecto que más dudas les ha generado en el transcurso de la ronda regular ha sido el bullpen, debido a su lento inicio. “En algún momento se acusó a la inactividad de los brazos durante en el período que no había temporada, eso nos pudo pasar algo de factura, inconsistencia pero con el trabajo del cuerpo de coaches las cosas se fueron ajustando”, argumentó.
Y razones no le faltan al directivo para llegar a esa conclusión, pues pese a ser el cuarto mejor pitcheo colectivo de la liga con 4.50 de efectividad, en el relevo solo superan a los dos sotaneros de la división central y occidental respectivamente Tiburones de La Guaira (7.33) y Águilas del Zulia (7.09). Los apagafuegos orientales tienen porcentaje de 5.09, teniendo más cerca a Leones del Caracas (5.03).
Entonces, la situación hará que los ojos de la organización este en brazos de los que no lleguen a semifinales. “Inicialmente la planificación es reforzar el pitcheo, el día de hoy, de aquí a la fecha del draft hay mucho trecho, pueden ocurrir muchas cosas”, avisó Padrón.
De todos modos, todavía resta por saber si culminarán con el mejor récord del circuito, una pugna que tienen hasta el momento con el puntero de la otra llave, Cardenales de Lara. “La aspiración es buscar el mejor record de la eliminatoria que nos permita comenzar siempre en casa, tomar de primero en el draft ya que va a haber mucho talento disponible, independientemente de los equipos que queden eliminados, pero siempre tener la opción número uno te brinda el abanico de opciones y tomar las piezas que tu necesites” y evitar que sus rivales puedan adelantárseles.
En zafras anteriores ese ha sido el énfasis de ellos, que han llevado iniciadores como Freddy García, Félix Doubront o Wilfredo Ledezma, pero en esta ocasión, parece ser del quinto inning en adelante donde podrían aparecer las adiciones a los portocruzanos.
Movimiento Clave. Las disputas entre el exmanager Jackson Melián y la directiva de Caribes motivó a que ambos separarán sus caminos, pero lo importante fue el accionar de la gerencia que dejó en manos de un experimentado técnico el mando del equipo y a su vez adicionó una pieza que siempre quisieron.
Mike Álvarez asumió el mando, con el aval de su trayectoria en el circuito nacional, pero sumar a Gustavo Molina, quien había sido cesanteado como mánager de Tiburones de La Guaira, como coach de banca fue incluso, un movimiento de mayor incidencia.
“Desde hace tiempo habían conversaciones con él porque lo teníamos en alta estima por su carrera incipiente como coach, aunado a su experiencia en los últimos años en la LVBP y realmente fue un acierto su incorporación para Mike, tomando en cuenta que él domina más el área del pitcheo, lo cual es evidente, pero se ha logrado engranar de una buena manera”, argumentó la mano derecha del área que encabeza Samuel Moscatel.
En esa línea, resaltó el conocimiento del cubano-americano de todo el equipo, en el cual trabaja desde la zafra 2010-2011, año del primer campeonato en la historia de Caribes. “Conoce al dedillo a la gerencia, los jugadores, sus lanzadores y todo ha fluido de buena manera”.
Pero no dejó de agradecer a Melián y a Luis Oliveros, quien fungió como segundo a bordo, por el aporte hecho en su periplo por la “tribu”. “Agradecidos con todo lo que hizo Jackson en la temporada pasada, y está también con Luis Oliveros, un joven que ya fue jugador del club en su momento y que también tiene perspectivas a futuro en estos roles”.
Con todos, hasta ahora. Al 8 de enero, no hay amenazas que interfieran en el camino aborigen del campeonato, en cuanto a organizaciones de MLB que pretendan perturbar su dinámica diaria. Sus caciques, los grandeligas, de momento seguirán al mando de Álvarez.
“Hasta ahora todos siguen en play, siempre hay llamadas y los equipos de grandes ligas están encima de sus jugadores, pero todos van a mantenerse jugando y apoyando al equipo que es lo importante. Esas llamadas surgen de un día para otro”, advirtió Padrón, quien espera seguir contando con piezas como Willians Astudillo o José Quijada, vitales en el desempeño oriental.
Como en casa. El récord de Caribes como local es de nueve victorias y ocho derrotas, un rendimiento menor al de visitante (13-6), en una campaña que los tiene jugando en el estadio José Pérez Colmenares de Maracay debido a razones logísticas que asumió la LVBP en este torneo. Eso no es motivo para no sentirse en casa, por el trato recibido en el estado Aragua.
“Nos hemos sentido en casa, la gente de Tigres nos ha tratado muy bien. El grupo se adaptó al estadio, a pesar que nuestro récord de visitante es superior al de home club, hemos jugado muy bien también en el estadio José Pérez Colmenares”, destacó el gerente deportivo del tres veces campeón de la pelota venezolana.
Adaptarse al terreno del parque, a sabiendas que en el estadio Alfonso “Chico” Carrasquel de Puerto La Cruz es de césped artificial fue importante para la novena anzoatiguense, que sin embargo lo hizo a la perfección y con base en la experiencia de su plantilla, la cual es amplía.
Eso sí, no dejan de añorar estar lejos de su gente. “Extrañamos jugar en casa, el calor del público, ese es un empuje adicional para los muchachos que sí lo han tenido Tigres, Magallanes, Leones, Tiburones y Cardenales, estamos en desventaja Águilas, Bravos y Caribes, pero esas son las condiciones que le daban viabilidad al campeonato y era la manera de cometerlo”, concluyó Padrón, quien desea entonces llevarle ese trofeo para así volver a verles las caras a sus aficionados una vez más, como reyes de la LVBP.
Source: Meridiano