El edificio, conocido popularmente por la confitería que hubo en la planta baja desde su inauguración, el 9 de julio de 1916, hasta su cierre en 1997, es la tercera vez que se expone al público desde que se iniciaron las obras.

En esta ocasión, los visitantes podrán apreciar la rehabilitación de los salones de la planta baja y el primer piso, así como también contactarán con los especialistas de las diferentes técnicas que se están implementando en la restauración del monumento.

Asimismo, en varios espacios del monumento se lucirán las ilustraciones de un grupo de artistas organizados por la dibujante porteña Josefina Jolly, tendrán lugar formaciones musicales con miembros de la Orquesta del Congreso de la Nación y se exhibirán diferentes objetos recuperados por el equipo de arqueología urbana del edificio.

La construcción, obra del arquitecto Francisco Gianotto, es un icono del estilo Art Nouveau en la ciudad y Monumento Histórico Nacional desde 1997.

El edificio destaca por las aspas de un molino de fantasía que pueden verse en su fachada, por la ornamentación de influencia veneciana y por la imponente cúpula en aguja cerrada con vitrales multicolores.

El encargo fue a pedido de Cayetano Bernna, que junto a Constantino Rossi fueron dos destacados pasteleros italianos que tuvieron un par de confiterías en las pedanías del Congreso.

La edificación se inauguró el 9 de julio de 1916 y en la planta baja se inauguró la pastelería con el nombre de «Confitería del Molino».

El mueble se declaró «de utilidad pública y sujeto a expropiación, por su valor histórico y cultural» en 2014 y en 2017 el Gobierno argentino adquirió el monumento por 181,7 millones de pesos (unos 11,6 millones de dólares por aquél entonces, ahora unos 4,2 millones de dólares).

Unos 10.000 visitantes ya pudieron observar parte de la rehabilitación en dos ocasiones anteriores: en la Noche de los Museos (octubre) y en el Día de los Monumentos (abril). EFE

RA