Iván Holguín López / @ivan_baloncesto
Atrás en el tiempo quedó aquella época en la que el F.C Barcelona dominaba a Europa y el mundo, cuando eran dirigidos por ‘Pep’ Guardiola, también quedó en el recuerdo aquella delantera letal conformada por Messi, Suarez y Neymar a que bautizaron como la MSN. Hoy la realidad es otra, el equipo culé tiene una plantilla más corta y las grandes leyendas del club que aún se mantienen están mucho más viejos. Ante esa problemática el club catalán decidió traer para esta zafra 2020-2021 a Ronald Koeman —autor del gol que le valió la primera Champions de su historia al Barça— a dirigir al equipo.
El holandés llegó con el propósito de renovar el equipo, de darle mayor continuidad a los jóvenes y a devolverle las raíces holandesas al cinco veces campeón de la Champions. Y a lo largo de la temporada ese fútbol ha parecido aparecer, cuál ave fénix —un ser que según la mitología griega resurgía de las cenizas de su predecesor —, pero el ave fénix de este Barça parece solo quedarse en un espejismo, ya que con cada bosquejo de un renacer se topan de frente con otra realidad que les sigue mostrando como un equipo en cenizas.
El principio de campaña fue idílico, es más, ya a Koeman lo bautizaban como el ‘sargento’ por su disciplina, algo que según los fanáticos culés era lo que hacía falta al equipo. De esta manera cayeron dos triunfos, el primero ante el Villarreal dirigido por Unai Emery —que solo ha ganado 1 partido de casi 20 que ha dirigido contra el barça— y el segundo ante el Celta de Vigo. Ese era el nacimiento del Ave Fénix, pero seguidamente llegó un empate a 1 contra el Sevilla y la primera derrota del año ante el Getafe 0-1.
El fénix retrasó su nacimiento, uno que pareció llegar ante el Ferencvaros de Hungría en la Champions, cuando el holandés alineó a un equipo lleno de jóvenes canteranos —otro de los deseos constantes de la fanaticada catalana—, pero inmediatamente llegó la derrota 1-3 ante el Real Madrid, que llegaba en uno de los peores momentos posibles y aún así no logró derrotarlo.
Victoria en Champions ante la Juventus —sin Cristiano, que padecía de COVID-19 en ese momento— 2 goles a 0, y el Ave Fénix ahora si quería tomar vuelo, pero inmediatamente apareció el Alavés con el que empataron a 1 gol. Partido contra el irregular Betis de Manuel Pellegrini y victoria 5-2 para los catalanes con doblete de Messi que por fin se reencontraba con su mejor versión —algo que era lo que necesitaba el equipo—, o bueno eso era lo que esperan, pero solo un par de días después volvió la sequía y la derrota 1-0 ante el Atlético de Madrid.
Ya el ‘Sargento’ era criticado, por su falta de ánimo en el banquillo, y sus problemas con ciertos jugadores del plantel como Antoine Griezmann que dijo que necesitaba aprovechar sus oportunidades y con el joven Riqui Puig a quien acusó de filtrar información a la prensa.
Luego de esto llegaron tres triunfos al hilo: Dinamo de Moscú y Osasuna ambos por 4-0 y Ferencvaros por 3-0, todo apuntaba que el Ave Fénix si resurgiría finalmente. Pero todo se trabo nuevamente derrota ante el recién ascendido Cádiz 1-2 y derrota contundente 0-3 ante la Juventus que además los dejó como segundos de su grupo.
Ahora este martes derrotaron 3-0 al Valladolid con un cambio de esquema táctico en el que Koeman impusó tres centrales y que devuelve una vez más las esperanzas de un resurgir, que todos los fanáticos esperan, ese del ave fénix que esperan no se vuelva a convertir en un espejismo.
Source: Meridiano