Decálogo de un fracaso púrpura que costó más que el oro

Decálogo de un fracaso púrpura que costó más que el oro

Iván Holguin López || @ivan_baloncesto

Si existe un equipo que es sinónimo de éxito en la NBA esos son los Lakers de Los Ángeles. La franquicia púrpura y oro ha sido finalista de la liga en 30 ocasiones (récord de la NBA) ganando 16 títulos, pero de igual manera la derrota ha estado presente en la historia de los californianos, siendo el caso de la plantilla de la temporada 2012-2013 uno de los mayores fracasos de su historia.

Luego de dos eliminaciones en semifinales de conferencia, en temporadas consecutivas, la directiva de los Lakers decidió arriesgarse a confeccionar un equipo titular, que en conjunto, sumaban 33 elecciones al All Star-Game.

A los ya confirmados Kobe Bryant, Pau Gasol y Metta World Peace (anteriormente Ron Artest) se le sumaron el pívot del momento, Dwight Howard, que venía de ganar 3 trofeos al mejor defensa del año y meter en la final de la NBA al Magic de Orlando; y al dos veces MVP de la liga Steve Nash.

Pero lo que en papel se veía como un equipo con la obligación del título poco a poco fue cayendo con el paso de la temporada llegando a un final estrepitoso, quedando eliminados en primera ronda de Playoffs y perdiendo alrededor de 100.000.000 de dólares. Fueron muchos los factores que influyeron en la caída del equipo, tanto así que los pudiésemos enumerar en un decálogo. 

1- La ofensiva Princeton

Luego de la salida de Phil Jackson, uno de los entrenadores más ganadores de la historia de la franquicia, con 5 anillos de campeón, y su esquema de triangulo ofensivo, los angelinos contrataron al exentrenador de los Cavaliers de Cleveland, Mike Brown.

Para el año 2012 el entrenador decidió imponer un nuevo esquema de juego, la ofensiva Princeton, un plan de juego fundamentado en el movimiento constante, cortinas de puerta trasera y pick and roll.

Pero el esquema nunca terminó de cuajar en el equipo, la inclusión tardía de Nash, más las lesiones recurrentes, no dejaron que el esquema se impusiera en ningún momento.

2- Salida de Brown

Un gran poder acarrea una gran responsabilidad, o en este caso un gran equipo acarrea una necesidad de triunfo. Esta frase fue la que más retumbó en los oídos de los directivos púrpura y oro, ya que el despido de Mike Brown no se hizo esperar.

Con una pretemporada nefasta con ninguna victoria y ocho derrotas, más una ofensiva que los jugadores no parecían entender llegó el comienzo de temporada regular, claro que la vista ya estaba puesta sobre Brown. Con el torneo ya iniciado, los resultados no eran muy diferentes, 0-3 fue el arranque, el peor inicio de la franquicia desde 1978.

Brown pidió tiempo para que el equipo se adaptara a la idea de juego y aseguraba que luego de 20-30 partidos el equipo fluiría. Sin embargo, la paciencia fue poca y tras la cuarta derrota del equipo, que los dejó con récord de 1-4, el entrenador fue despedido, siendo el tercer despido más rápido de la historia de la liga.

3- La llegada de D´Antoni

Bernie Bickerstaff, quién cumplía funciones como asistente, asumió de forma interina el banquillo californiano, manteniendo el esquema propuesto a principios de pretemporada.

El clamor de la afición era claro, en las gradas del Staples Center retumbaba el “We want Phil” (queremos a Phil), en referencia al hombre que hizo 5 veces campeón a los Lakers. La directiva  habló con Jackson, quién pidió dos días para considerar la oferta, pero los californianos decidieron seguir buscando.

Al día siguiente se pusieron en contacto con Mike D´Antoni hombre que venía de dirigir a los Knicks de Nueva York y que conocía de su etapa por los Suns de Phoenix a Steve Nash, las reuniones prosperaron y decidieron contratarlo, por encima del propio “maestro zen”.

4- Otra ofensiva inoperante

D´Antoni se incorporó al equipo luego del interinato de Bickerstaff, que acabó con récord de 4-1. Esto incentivo en cierto modo a llevar al nuevo entrenador a mantener la ofensiva Princeton, pero con D´Antoni al mando el equipo tampoco pareció reaccionar.

Las lesiones recurrentes y la mala defensiva hicieron que D´Antoni llevase al equipo a cambiar nuevamente de esquema. El nuevo plan de juego característico estilo de posesiones rápidas de D´Antoni, que consiste en tener el menor tiempo posible el balón y ejecutar las acciones ofensivas en 8 a 10 segundos de tiempo.

Este esquema le fue muy eficaz en Phoenix, pero no le sirvió de mucho en los Knicks. Ese año con D´Antoni como entrenador el equipo terminó con récord de 40-32 y quedaron eliminados en primera ronda de playoffs. El esquema de D´Antoni nunca cuajó y tras la pésima campaña de 2014 fue despedido.

5- Howard ineficaz   

Howard era sin duda uno de los pivots más dominantes de la NBA, no solo por lograr 3 trofeos al mejor defensa, sino por llevar al Magic de Orlando a una final. Lo mejor de Howard en aquel momento eran sus números, ya que en sus dos últimas campañas en Orlando había promediado 21.4 puntos, 14.2 rebotes y 2.3 tapones por encuentro. Eso llevó a los angelinos a salir de Bynum para traer a “Superman”.

Sus números en Los Ángeles decayeron, pero no fueron malos del todo. Lo que si le peso fue la lesión en su espalada no le permitió estar a tono para la pretemporada y el cambio de dinámicas ofensivas que no le favorecían, por eso se vio siempre a un Howard ineficaz, promediando 17 puntos, 12 rebotes y 2 tapones por encuentro.

6- Equipo viejo

El “big five” era un equipo repleto de estrellas, 33 All Stars Games en conjunto para la plantilla titular, tres premios al más valioso y otros innumerables premios. Pero un factor jugó en contra siempre, la edad.

Al momento de conformarse el “big five” Nash tenía 38 años, Bryant 34, Gasol y World Peace 32; y Howard tan solo 26 años, es decir, una plantilla titular con 32 años de promedio; esto aunado a las lesiones, podrían explicar porque  tanto la ofensiva Princeton de Brown, como la de posesiones rápidas de D´Antoni fracasaron. Encontaron un equipo con muchos pergaminos, pero viejo y diezmado.

7- Mala química

Juntar talento, no significa juntar equipo, y eso también pasó factura en Los Ángeles. Especialmente en torno a Howard. La idea que tenía Kupchak y el propio Bryant era que Howard, fuese la cara del equipo luego del retiro de la “Black Mamba”.

Pero, Howard vivía una época de inmadurez, y aunque admitió que debía aprender de Bryant, sugirió que sería un “infierno”. La química entre los dos nunca existió, pero tampoco con los otros miembros del “Big Five”.

8- Lluvia de lesiones

La temporada no estuvo repleta de grandes números pero si de lesiones, tanto así que el “Big Five” tan solo pudo jugar poco más de 40 partidos en conjunto. Empeorando severamente la adaptación del equipo.

El jugador que más jugó en temporada regular fue Kobe Bryant que jugó 78 partidos, promediando más de 27 puntos. Jodie Meeks, que era supelente también estuvo en 78 juegos, seguidos por Howard que estuvo en 76 y World Peace que estuvo en 75. Nash tan solo vio acción en 50 y Gasol en 49.

9- Añorando el Staples

Aquella temporada, los californianos eran unos jugando en casa y otros cuando veían acción en la carretera. En el Staples Center el equipo acabó con récord de 29 victorias y 12 derrotas, promediando más de 103 puntos por compromiso y recibiendo 100 puntos por encuentro.

Pero fuera de casa todo fue un tormento para los angelinos, que tan solo ganaron 16 juegos y perdieron 25, promediando 101 puntos por encuentro y recibiendo igual cantidad. Esta fue la peor campaña de visitante de los californianos desde la 2004-2005 cuando terminaron con récord de 12-29 y quedaron eliminados de Playoffs.

10- Adiós a Kobe en el peor momento

Este decálogo podría haber sido muy distinto, si este ítem no hubiese existido. Si bien los 9 primeros puntos jugaron en contra de los Lakers, este último fue el que terminó por quebrar al equipo.

Los angelinos llegaban envalentonados y presionados al final de temporada, con la posibilidad de quedarse fuera de playoffs, pero por suerte ese fue su mejor momento en la campaña. El “Big Five” estaba en pleno, el estilo de posesiones rápidas funcionaba y el equipo venía con récord global de 21-11 en sus últimos 32 compromisos.

Pero llegó la fatídica noche del encuentro entre Warriors y Lakers, cuando los púrpura y oro ganaron 118 a 116 a los de la bahía, con una actuación sublime de Bryant que acabó de la peor manera, con una rotura del tendón de Aquiles. Bryant se perdería el resto de la temporada, los Lakers conseguían su boleto a Playoffs, pero sin su máximo anotador, caerían en primera ronda 0-4 ante el Thunder de Oklahoma City. Poniendo punto final al “Big Five”.

Source: Meridiano

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