Trece autonomías niegan la terapia para el control de esfínteres
Pau tiene diez años y por fin se ha podido ir de campamento o practicar atletismo en el colegio. Por su parte, Ángel, lesionado medular abulense, vive su día a día con miedo constante, en los eventos sociales o en las reuniones de trabajo, debido a la incontinencia fecal. Uno reside en una autonomía que financia un tratamiento como la irrigación transanal y otro en una región donde no está incluido en la cartera de servicios. Este sistema dota de más autonomía a personas que no tienen control de sus esfínteres a causa de una disfunción intestinal provocada por una lesión medular, esclerosis múltiple oSigue leyendo