Bill Laimbeer: El mayor villano de la historia de la NBA

Bill Laimbeer: El mayor villano de la historia de la NBA

Iván Holguin López | @ivan_baloncesto

Al igual que en cualquier historia, la NBA tiene sus “héroes” y sus “villanos”, y a pesar de que nadie quisiera pertenecer a la segunda categoría, existe un nombre que representa fielmente a un villano, a pesar de que no lo sea y ese es Bill Laimbeer. El ex pivot de Pistons de Detroit formó parte de uno de los equipos menos “limpios” de la historia de la liga (Bad Boys), pero que ganaron campeonatos con Laimbeer como pieza clave.

El origen de Laimbeer

Al igual que se explicó en el Guasón de Todd Phillips, todo villano tiene una razón de ser y Laimbeer tiene la suya. Pero no es por su pasado, ya que al exjugador y actual entrenador de Aces de Las Vegas en la WNBA, nunca le falto nada de pequeño.

Laimbeer es el hijo de un alto ejecutivo de Owens-Illinoins una de las compañías más grandes de la manufacturación de vidrio, hecho que les permitía vivir muy comodamente, tanto así que una ocasión el exjugador dijo que él era el único jugador de la NBA que ganaba menos dinero que su padre.

Su maldad tampoco radica en una rebeldía, ya que siempre se destacó en los estudios, incluso en su etapa universitaria, ya que Notre Dame –su alma mater y donde jugó un par de años al baloncesto y llegó a un Final Four y a un Elite Eight de la NCAA- fue uno de los mejores promedios, optando y cursando una beca por un par de semestres en el colegio técnico de Toledo.

Un rol a su medida

Pero de dónde salía ese “mal” que tenía acumulado Laimbeer, pues muy sencillo, era un papel al que estaba destinado. Por su altura y mientras estudiaba el High-School, Laimbeer fue seleccionado para actuar como uno de los villanos de la serie The Land of The Lost, debido a su gran estatura (2.11 metros).

Allí representó a uno de los sleestake unos hombres lagarto que eran los malos de la serie, al igual que Laimbeer, otros dos hombres que se convertirían en un futuro jugadores de la NBA también actuaron en este papel y ellos eran: John Lambert, quien hizo carrera en Cleveland, Kansas (actualmente Sacramento) y San Antonio; y David Greenwood que jugó en los Bulls, Nuggets, Spurs y fue compañero de Laimbeer en los Pistons en la temporada 1989-1990.

La serie acabó en 1976, luego de 3 temporadas. Laimbeer solo actuó en las dos primeras, ya que para 1975 ya había entrado a la universidad. El exPiston no tuvo números muy llamativos para jugar en la NBA, pero su altura era irrechazable para cualquier equipo, así que en Draft de 1979, fue seleccionado en el puesto 65 por los Cavaliers de Cleveland. La serie que tampoco tuvo buenos números también tuvo su oportunidad en 2009, pero esta vez en formato de película con Will Ferrell como protagonista.  

Llegada del villano

Todo villano tiene una gran entrada, y la de Laimbeer comenzó fuera de su país. Tras ser seleccionado por los Cavs, el pivot decidió irse a jugar un año a Europa con el Pinti Inox Brescia, equipo que acabo sexto aquel año y donde Laimbeer tuvo un despegue en su carrera, promediando 21 puntos por partido y 12.5 rebotes, pero lo más importante perfeccionando su disparo de larga distancia, una de sus principales armas ofensivas.

Para la temporada 1980-1981 Laimbeer empezó su carrera en la NBA con los Cavaliers de Cleveland. Bajo las órdenes de Bill Musselman –padre de Eric Musselman, quien fuera seleccionador venezolano entre 2011 y 2013- Laimbeer nunca fue titular, pero siempre jugaba. En su periodo por Cleveland, nunca clasificó a postemporada, pero empezó a hacerse un nombre por su rudeza en la pintura.

Para mediados de la temporada 1981-1982, los Pistons de Detroit hicieron un cambio en el que adquirieron el contrato de Laimbeer empezando un vínculo que uniría al pívot y al equipo por 12 temporadas.

El estrellato de Laimbeer 

Cuando Laimbeer llegó a Detroit, el equipo se encontraba en reestructuración y era dirigido por Scoty Robertson. En la temporada y media en la que Robertson dirigió al pívot el equipo nunca fue a playoffs, pero le empezó a dar la confianza de ser titular, jugando todos los partidos de la temporada 81-82 y 82-83, desplegando así Laimbeer en pleno sus habilidades de tirador, convirtiéndose en uno de los precursores de que los pívots también podían tirar de tres. En ambas campañas superó los 10 puntos anotados y los 10 rebotes y en 1983 fue seleccionado a su primer All Star Game.

En la zafra 1983-1984 llega al banquillo de los Pistons, Chuck Daly, piedra angular de lo que a posteriori se convertirán en el equipo campeón de la liga. La dupla que conformaban Laimbeer e Isaiah Thomas era una de las temidas de liga y sus pick and pop´s eran envidiables. Quizás esas (83-84 y 84-85) fueron sus mejores campañas promediando más de 17 puntos por partido y 12 rebotes, además de asistir a su segundo y tercer All Star Game.

Pieza clave de los Bad Boys

Con Daly en el banquillo los Pistons siempre clasificaron a Playoffs y empezaron a formar un equipo que los sacaría campeón, a los ya conocidos Thomas y Laimbeer, se le incorporaron piezas como Vinnie Johnson, Joe Dumars, James Edwards, Mark Aguirre, Dennis Rodman, John Salley y Rick Mahorn, ellos serían conocidos como los Bad Boys.

La denominación se la ganaron por ser uno de los equipos que jugaba menos limpio en la liga, cometiendo gran cantidad de faltas, muchas intencionales y otras tantas flagrantes.

Luego de llegar a sus primeras finales como equipo en la temporada 1987-1988, misma que perdieron ante los Lakers de Los Ángeles de Magic Johnson y compañía, los Pistons ganaron su primer título al año siguiente en una final repetida ante Lakers a los que barrieron 4-0, habiendo eliminado en postemporada a los Celtics de Larry Bird y los Bulls de Michael Jordan.

Para la temporada 89-90, el equipo repetiría el título, derrotando en postemporada a Pacers de Indiana, Knicks de Nueva York, Bulls de Chicago (con las famosas reglas de Jordan, que consistían en evitar que MJ se elevara y que cuando le diesen fouls lo tumbaran directamente, un plan que le encantaba a Laimbeer), y en las finales a Trail Blazers de Portland.

En la temporada siguiente (90-91) los Pistons buscarían el tercer título, pero serían barridos en las finales de conferencia ante los Bulls de Jordan, sin embargo, en un gesto poco deportivo, propuesto por nuestro “villano” los Pistons se retiraron de la cancha a falta de 7 segundos para finalizar el encuentro y así no saludar a los Bulls, quienes eran sus acérrimos rivales.  

Tras una nueva postemporada en 1992, pero con eliminación temprana a manos de los Knicks, Chuck Daly se iría del banquillo de Detroit, y así uno a uno de los miembros de aquel equipo temible, por los rivales como eran los Bad Boys.

Un gran villano   

Laimbeer se retiró de la NBA en la temporada 1993-1994, luego de un largo periodo de lesiones, pero habiendo jugado más de 1000 partidos en la NBA, dejando un promedio de por vida de 12,9 puntos; 9.7 rebotes y 2 asistencias.

Pero el legado de este “villano” es mejor explicado por sus compañeros de equipo Isaiah Thomas y  Denis Rodman. El primero definió a Laimbeer como “un jugador que frustraba al rival, pero los frustraba porque era bueno en eso”. Mientras que Rodman lo definió como: “alguien que era más que rudo, pero que siempre sería recordado por ello”.

El impacto de Laimbeer en su equipo era inmenso, era por lejos el hombre que dominaba los rebotes defensivos en la década de 1980. Pero que era uno de los pivots con mejor tiro de media y larga distancia de la liga, siendo también líder encestador de tiros libres.

Otro récord inigualable de aquellos Bad Boys es que son los únicos jugadores que terminaron con un registro positivo en victorias en playoffs ante los Celtics de Bird, los Lakers de Magic y los Bulls de Jordan.

Otro récords que ostenta Laimbeer es de ser el vigésimo segundo jugador con más faltas en la historia de la liga (3633); el décimo noveno en superar el registro de 10.000 puntos y 10.000 rebotes; y tener la quinta racha más larga de partidos seguidos jugando (685). Su número 40 fue retirado en los Pistons en el año 1995.

El legado del mal

Desde 2002 Laimbeer se ha dedicado a dirigir, pero en la WNBA, convirtiéndose en uno de los mejores coachs de la mejor liga femenina de baloncesto del mundo. Ha sido campeón en 3 ocasiones (2003, 2006 y 2008), estando solo por detrás de Cheryl Reeve y Van Chancelor, como los entrenadores con más títulos de NCAA.

Laimbeer ha sido seleccionado en dos ocasiones como entrenador del año (2003 y 2015), pero sus días de villano no se acabaron cuando se retiro como jugador, sino que siendo coach ha tenido más de una declaración en la que deja ver como ese rol que tanto le ha gustado interpretar sigue en su piel. Como cuando en 2013 dijo que Maya Moore estrella de las Linx de Minnesota “debía ser lastimada”.

Laimbeer ha estado cerca de dirigir en la NBA en dos ocasiones, una a los Knicks cuando Isaiah Thomas era director de operaciones y otra a los Wolves de Minnesota.

Sin dudas el legado de Laimbeer pasará siempre por el recuerdo del tipo rudo, malo y políticamente incorrecto, pero su rol de villano -ese que le encantaba interpretar- le permitió destacar y dejar su nombre plasmado en la memoria de todos los fanáticos del baloncesto.

Source: Meridiano

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *