Aerosol contra la congelación

Aerosol contra la congelación

Los montañeros y los practicantes de los deportes de invierno tienen un enemigo potencial contra el que tienen que estar prevenidos: la congelación; esto es, el daño en nariz, orejas, dedos de extremidades inferiores y superiores, que estén expuestas a temperaturas muy bajas. El acceso al tratamiento médico puede resultar tardío si se encuentran con este grave problema en áreas remotas y de difícil acceso para el rescate. Ahora, un equipo de investigadores indios ha logrado desarrollar un gel que se puede aplicar sobre las lesiones producidas por la congelación, para que las heridas puedan curar. El coordinar de este estudio, publicado en “Biomaterials Science & Engineering”, es Rahul Verma, del Instituto de Ciencia y Tecnología Nano, en Mohali (India).

Este investigador recuerda que la congelación hace que los fluidos en la piel y los tejidos subyacentes se congelen y cristalicen, lo que produce inflamación, disminución del flujo sanguíneo y muerte celular. Las extremidades son las más afectadas porque están más lejos del núcleo del cuerpo y tienen un flujo reducido. Para desarrollar su aerosol, los investigadores utilizaron heparina, un anticoagulante que mejora el flujo sanguíneo al reducir la coagulación y ayudar en la reparación de los vasos sanguíneos, en liposomas. Estos portadores de lípidos ayudaron a liberar heparina en el interior de la piel. Incorporaron los liposomas cargados de heparina en un hidrogel pulverizable que también contenía ibuprofeno y propilenglicol, para evitar que el aerosol se congele a temperaturas muy bajas.

Si la congelación no se trata poco después de producirse, puede causar gangrena y, por tanto, la amputación de las zonas afectadas. Los tratamientos convencionales consisten en sumergir la parte del cuerpo afectada en agua tibia, aplicar cremas antibióticas y/o administrar vasodilatadores y antiinflamatorios. Sin embargo, muchos de estos fármacos pueden no estar disponibles en áreas aisladas, como las cimas de las montañas. De ahí la importancia de este avance probado satisfactoriamente en animales de laboratorio.

Source: La Razon

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *