A pedido del papa Francisco, algunas parroquias de Roma permanecerán abiertas para los fieles pese a la decisión en la víspera de la Conferencia Episcopal italiana de respetar el cierre para lugares públicos exigido por Italia para frenar la pandemia de coronavirus.
Las parroquias de barrio abrirán sus puertas y programarán misas para los creyentes, mientras que las basílicas y templos más visitados permanecerán cerrados.
Source: El universo