A todos nos tomó por sorpresa. Black Panther hizo tanto ruido en su fin de semana de estreno que se convirtió en una película histórica, rompiendo varios récords de taquilla. Con tales credenciales las expectativas por ver la película eran tan grandes como el número de personas haciendo fila en las salas de cine.

Así que aquí en el Equipo FayerWayer hemos considerado dejar que respire un poco todo y pasaran algunos días para compartir este texto. En donde más que una reseña detallada y con spoilers; compartiremos una breve lista de aciertos y fallos de la cinta. Desde nuestro particular punto de vista.

Como ya va siendo costumbre con esta clase de estrenos las primeras reseñas fueron extraordinariamente favorables. Tanto que varios llegaron al grado de calificarla como la mejor película del Universo Cinematográfico de Marvel.

La realidad es que la película resulta tremendamente entretenida, sobre todo sobre su segunda mitad; pero está lejos de ser perfecta. Así que vamos por partes:

FALLO: Sus primeros 50 minutos

En este sentido Black Panther nos recordó un poco al Episodio VIII de Star Wars: The Last Jedi. De los 135 minutos que dura la película, durante la primera hora el ritmo y flujo de la historia es un poco irregular.

Resulta comprensible que el salto no resultase perfecto, ya que se tiene que presentar el origen de un personaje, que conocimos ya (aparentemente) adulto en Captain America: Civil War.

Así que se nota un poco el tropiezo intentando empalmar todo. Montando un conflicto y un antecedente para héroes y villanos, a partir de lo que ya conocemos indirectamente por las otras películas de MCU.

Pero una vez establecido completamente el escenario de todo, luego de la escena del casino; la película toma un ritmo realmente bueno. Haciendo que esos primeros minutos queden en segundo plano.

FALLO: La Dirección

Marvel ha optado por fichar a directores destacados en otros géneros distintos al de los superhéroes para que pongan su sello en estas producciones. El experimento a veces resulta brillante otras veces no es tan consistente, ni redondo.

Este parece ser el caso con Ryan Coogler. Es un director extraordinariamente efectivo y emotivo cuando se trata de escenas con altas dosis de drama. Creed es un perfecto ejemplo de ello.

Pero cuando toca ilustrar el pintoresco y excesivo mundo de Wakanda, su tecnología, sus tradiciones, sus paisajes, ideología y costumbres, el montaje luce un poco extraño.

Por momentos todo es solemne, serio y dramático, luego da el salto completo a la estética fantasiosa del cómic. A veces lo mezcla indistintamente saltando de un encuadre y tono a otro. Eso produce una experiencia irregular.

Hay detalles de dirección igual con las interpretaciones de los actores, que fueron obligados a impostar un inglés con acento africano.

Pero la modulación de esos tonos es tan descuidada que a veces todos los parlamentos suenan involuntariamente cómicos.

Encima, durante las escenas más dramáticas se deciden olvidar del detalle del acento, lo que vuelve confuso y un poco irregular el flujo.

En lo que respecta a las escenas de acción, Coogler luce confundido cuando se trata de encuadrar acrobacias sobrehumanas. Tiende a romper el eje y cambiar la orientación de los personajes en escena.

Pero éste, al igual que todos los demás detalles de edición son elementos que sólo desesperarán a los más quisquillosos.

FALLO: Las escenas post-créditos

Esta es la última cinta del MCU antes de ver Avengers: Infinity War. Así que resulta un poco frustrante que las dos escenas al final no abonen mucho a saciar la sed por ver esa película.

Eviten el presente párrafo si no quieren spoilers: La primera escena es una suerte de epílogo de la propia película, mientras que las segunda ata cabos sueltos sobre un personaje que supuestamente estuvo ahí todo el tiempo pero nunca apareció en la cinta.

ACIERTO: Su villano es tan complejo y humano que estás de su lado

Michael B. Jordan es uno de los mejores actores de su generación y aquí vuelve a comprobarlo. En su papel de Killmonger nos encontramos contra un antagonista que tiene motivos y razones sensatas para intentar destruir al supuesto héroe de la película.

Luego de ver Justice League y otras cintas similares donde el villano quiere destruir todo porque es malo muy malo. Resulta realmente grato y refrescante encontrarse con un personaje que tiene motivos consistentes.

De hecho, la construcción de este personaje es tan buena, que es imposible no ponerse de su lado por momentos, y sentirse en conflicto durante la etapa final de la cinta.

Así que la resolución de todo resulta grata. Atrevida. Acertada. Y hasta con una clara intención política conciliatoria. Lo cuál resulta tan inesperado como admirable.

ACIERTO: Su soundtrack es espectacular

¿Recuerdan cuando Marvin Gaye hizo la banda sonora para aquella peculiar belleza llamada Trouble Man? Lo que Kendrick Lamar logró con el soundtrack de Black Panther es algo casi del mismo calibre.

El balance y complemento sonoro de toda la producción coordinada por Lamar es casi perfecta. Pero tiene voz propia y se sostiene sin depender de la película.

No hay mucho que se pueda ahondar sobre este punto. Lo mejor es escucharlo:

ACIERTO: Black Panther tiene agenda política

En su momento más climático Black Panther adquiere tintes de tragedia que recuerda a las obras de Shakespeare. Con sus respectivas y justas diferencias.

Ya que al inicio de su último acto todo se convierte en un conflicto impulsado por la injusticia social y la segregación racial. Fomentada incluso (indirectamente) por aquellos personajes que supuestamente son buenos.

Pero eso no es todo. El libreto está lleno de agudos comentarios políticos, que atacan los problemas de raza, de género y segregación que viven las minorías hoy en día en Estados Unidos y buena parte del mundo.

Así que al final Black Panther es también un llamado de unidad y protesta.

¿Qué les pareció Black Panther?

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