César Sequera Ramos / @CesarSequera11
Durante los entrenamientos de Caribes de Anzoátegui, hay una presencia poco común en el dugout. Se trata de un caja que tiene escrito en la parte superior: “Llegó Elena Green” y que todos los jugadores la observan antes de saltar al terreno de juego.
Dentro, hay una iguana que ha ganado un cariño especial en la tribu. No precisamente por ser tierna o tener los gestos comunes de una mascota doméstica, sino por ser, según la opinión de varios miembros del equipo, un imán de victorias.
“Desde que tenemos a Elena, estamos jugando mucho mejor”, comentó el abridor Daryl Thompson, quien a pesar de ser apodado “Iguana Negra”, trata de no estar cerca del reptil. “Está en todos lados: dugout, clubhouse, giras y por eso nos trae mucha suerte”.
Niuman Romero, antesalista y capitán de Caribes, es uno de los principales protectores del animal. Aseguró que distribuye responsabilidades a trabajadores del equipo para que a Elena solamente “se enfoque en ayudarnos a ganar”. Alimentación, protección y hasta paseos están en la ajetreada agenda de la iguana.
“En todos los deportes hay supersticiones y desde que nos encontramos a Elena las cosas nos están saliendo bien”, añadió el tercera base. “Ahora todos las cuidamos y respetamos para que nos siga dando suerte”.
Desde la aparición del reptil, por allá el 15 de diciembre, Caribes tienen marca de 13 victorias con solo 3 reveses, incluyendo los playoffs. “No las encontramos aquí en Caracas. Ahora que estamos en una serie contra el equipo de la capital, esperamos que nos siga dando más alegrías”, aseveró Romero.
Susto en Margarita. Durante el entrenamiento para el encuentro contra Bravos de Margarita el pasado 21 de diciembre, Elena salió corriendo del hombro de Jean Toledo y se perdió de vista. Entrar en calor para el juego ya no era prioridad, porque encontrar a la iguana era lo único que importaba.
“Se nos perdió en Margarita y todos comenzaron a buscarla desesperadamente (risas)”, recordó el mánager Omar López. “La consiguieron entre los las redes del ´cage” de bateo mucho después”.
El piloto, quien se caracteriza por imponer disciplina a sus dirigidos, descartó creer en supersticiones, aunque no le molestará “darle algunas zanahorias” a Elena si consigue el título. “Si los peloteros son felices, y eso les ayuda a conseguir victorias, también la aceptaré”, concluyó el estratega.
Source: Meridiano