Interminable jornada llena de ponches fue concluida por Freeman
ATLANTA. Los ponches se fueron acumulando. Un cero tras otro se desplegó en el linescore, mientras las sombras avanzaban lentamente por el cuadro. Y cuando las luces se encendieron en el parque casi totalmente vacío para facilitar la visibilidad en un juego que había comenzado poco después del mediodía pareció que los Rojos y los Bravos seguirían jugando para siempre. Hasta que Freddie Freeman decidió tomar cartas en el asunto. El astro, firme candidato al Jugador Más Valioso de la campaña y quien vivió un episodio atemorizante con el coronavirus al comienzo de la campaña más rara de la historia, aportó un sencillo productor enSigue leyendo