Uno de cada diez españoles confunde aún gripe y resfriado

Uno de cada diez españoles confunde aún gripe y resfriado

Todos los años por estas fechas nos encontramos con la misma disyuntiva: distinguir entre gripe y resfriado. Pese a lo repetido, según el III Estudio CinfaSalud “Percepción y hábitos de la población española en torno al resfriado y la gripe”, uno de cada diez todavía las confunde. “Las molestias derivadas del resfriado y la gripe pueden ser difíciles de distinguir porque ambas patologías afectan a las vías respiratorias y los primeros síntomas pueden ser similares –corrobora Julio Maset, médico de Cinfa–. Sin embargo, el resfriado o catarro es una enfermedad leve, mientras que la gripe, en algunos casos, puede derivar en complicaciones como bronquitis o neumonía. Por este motivo, es importante saber distinguirlas y tratar cada una de la manera adecuada”.

La investigación revela que tres de cada cuatro españoles aseguran padecer alguna de estas patologías al menos una vez al año y la mitad confirma que sufre uno o dos resfriados o gripes al año. Incluso, uno de cada cinco españoles se resfría tres veces o más. Por eso, “más que nunca, en esta época en la que pocos se libran de caer enfermos, conviene saber bien si estamos ante un catarro o algo más grave”, señala Maset.

En primer lugar, ambas patologías están causadas por diferentes tipos de virus: el de la influenza provoca la gripe, mientras que el catarro esta relacionado con más de 200 tipos, como el rinovirus y el coronavirus, responsables de prácticamente la mitad de los casos. Además, aunque las dos duran entre una semana y diez días, el periodo de incubación de la gripe (de 48 a 72 horas) es mayor que el del resfriado (de 18 a 36 horas). La mayor diferencia radica, no obstante, en sus síntomas. Como explica el doctor Maset, “los procesos gripales suelen cursar con fiebre alta, que puede aparecer de forma brusca y alcanzar hasta 40 grados. Otros de sus síntomas más comunes son dolor muscular, de cabeza, cansancio intenso, debilidad y malestar general. No es frecuente la congestión nasal, ni los estornudos y la tos suele ser seca. En cambio, los resfriados se caracterizan por los típicos estornudos, tos con mucosidad, congestión nasal con moco fluido, acuoso y abundante, picor de garganta y ojos llorosos. Aunque también hay malestar, el cansancio suele ser leve o moderado y la fiebre es inusual o baja”.

Esta sintomatología general de ambos problemas puede aliviarse con reposo, una correcta hidratación y los medicamentos adecuados, que ha de prescribir el profesional sanitario. “Lo más importante –como concluye el experto de Cinfa–, es tratar los síntomas y frenar la propagación de los resfriados y la gripe. No olvidemos que hábitos tan sencillos como lavarnos las manos con frecuencia, evitar los ambientes fríos y tomar muchas frutas y verduras puede ahorrarnos muchos resfriados a nosotros y a nuestro entorno”.

Consejos para prevenir y aliviar los síntomas de resfriado y gripe:

1. Evitar el contacto directo o muy cercano con personas que estén enfermas. Un poco de distancia y hábitos higiénicos son muy efectivos para evitar el contagio. Extremar la limpieza doméstica y ventilar adecuadamente la casa.

2. Lavarse las manos con frecuencia. Hacerlo con agua y jabón durante 15 segundos, poniendo especial atención a la zona entre los dedos y debajo de las uñas.

3. Cubrirse al estornudar y toser. Evitar hacerlo “al aire” o tapándose con las manos, una práctica muy extendida. Los virus se transmiten por las pequeñas gotitas que se expelen en la tos o estornudo. De ahí la enorme importancia de lavarnos las manos y cubrirnos la nariz y la boca con un pañuelo desechable que debemos tirar a la papelera inmediatamente después de usarlo.

4. Huir de los ambientes fríos, húmedos o con humo. Estos virus prefieren las bajas temperaturas y la humedad, y el tabaco irrita todavía más garganta y mucosas.

5. Guardar reposo cuando se enferme. Dormir al menos siete u ocho diarias permite que el organismo recupere fuerzas, especialmente si se presenta fiebre.

6. Tomar vitaminas y minerales en la dieta. Potenciarlas en la alimentación ayudará a recuperarse más rápido.

7. Beber líquidos con frecuencia. Ayudan a eliminar la mucosidad, previenen la deshidratación y alivian el dolor de garganta.

8. Hacer gárgaras con agua caliente con limón y miel. Su acción emulgente calma el dolor de garganta.

9. Hacer lavados nasales. Mediante sprays de agua marina o agua con sal, o aspiraciones con vahos de eucalipto. En el caso de niños pequeños, es recomendable el lavado nasal con suero fisiológico 15 minutos antes de las comidas y antes de ir a dormir.

10. No consumir antibióticos si no los receta el médico. Además de no ser efectivos contra el catarro y la gripe, usarlos de forma incorrecta genera resistencias.

Source: La Razon

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