La trata de personas se dispara en Uruguay

La trata de personas se dispara en Uruguay

Una pepita de oro tan delgada como una uña era el pago que la uruguaya Karina Núñez recibía por ofrecer sus servicios sexuales dentro de una mina en Chile, donde hace años un proxeneta la llevó para obligarla a trabajar.
De lo poco que le quedaba a esta trabajadora sexual de 53 años, «tenía que pagar 50 dólares por el canario» que había que tener cerca, en una jaula, para saber si había suficiente oxígeno en el interior de la mina, donde atendía a los mineros en largas sesiones de cuatro días con sus cuatro noches.
Source: El universo

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