Infecciones sexuales: Los investigadores ponen la mira en la huella genética de la sífilis para una vacuna

Infecciones sexuales: Los investigadores ponen la mira en la huella genética de la sífilis para una vacuna

Alarmante. Así describen los expertos en infecciones de transmisión sexual (ITS) la situación que se vive en este área desde hace una década, en la que se han quintuplicado los casos. La sífilis, la gonorrea, la clamidia… hoy campan a sus anchas en determinados grupos de la población sin que exista una conciencia plena del importante problema de salud pública que supone. Por eso, mientras, en los laboratorios los científicos trabajan a contrarreloj para encontrar una solución preventiva o terapéutica. «Estamos ante un asunto muy serio en el que hay que despertar la conciencia de la población», destaca Jorge del Romero, médico del Centro Sanitario Sandoval, en Madrid, y miembro de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).

Esta semana se daba a conocer un importante paso para poner freno a la escalada de casos en concreto de sífilis, que lejos de ser un problema nacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo señala como asunto prioritario global y estima que 10,7 millones de personas entre los 15 y los 49 años tuvieron sífilis en 2012, y alrededor de 5,6 millones la contraen cada año. Un grupo de científicos de la Universidad de Connecticut (UConn Health, EE UU) fueron capaces de identificar las proteínas de la membrana externa de la Treponema pallidum, la espiroqueta que produce la enfermedad infecciosa de la sífilis, una tarea que se había investigado durante varias décadas.

¿Realidad futura?

Con esperanza, pero escepticismo. Así valoran este progreso los expertos con los que A TU SALUD ha consultado, como José Ramón Yuste Ara, especialista del Área de Enfermedades Infecciosas de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), que explica que «dar este paso es muy complicado por la características del virus ante el que nos encontramos, porque además de momento sólo es una idea». El responsable del trabajo, que ha visto la luz en la revista «mBio», Juan C. Salazar, jefe de pediatría de UConn Health y director médico del Centro Infantil de Connecticut, explica que «la sífilis es la gran imitadora, puede aparecer con hiperpigmentación u otras afecciones».

Las claves en las que quieren basar el éxito de esta vacuna son los genes. Cuando los microbiólogos de UConn Health, Justin Radolf y Melissa Caimano, comenzaron a analizar la genética de la bacteria de la sífilis que recogieron de pacientes en Colombia, así como las muestras enviadas por colaboradores en San Francisco y la República Checa, comenzaron a notar que las cepas de diferentes lugares eran muy similares. No hay muchos genes diferentes. Y eso tiene sentido: en un organismo con un código genético tan pequeño, cada gen debe ser esencial. Éstos sólo mutarían en una forma diferente si fuera una cuestión de vida o muerte. ¿Y qué controla este paso? Determinadas proteínas que identificaron gracias a modelos informáticos y que encontraron tras varios ensayos . «Buscamos la mejor candidata a proteína de membrana externa para elaborar una vacuna, la que menos variase», comenta Caimano.

Santiago Moreno, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en Madrid, apunta que «sólo podemos hablar de la identificación de las proteínas frente a las cuales se podría elaborar una vacuna que podría ser útil». Y, quizás por ello, Yuste Ara, añade que «en los Treponema pallidum que han estudiado, han conseguido identificar proteínas de membrana (superficie) y estables. Esto es la idea para poder acceder a la investigación para el desarrollo de una vacuna. Son estudios muy preliminares». Por su parte, Patricia Muñoz García de Paredes, jefe de Sección del Servicio de Microbiología Clínica y de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, apunta que «este estudio sienta las bases de un avance que esperamos ver a corto plazo. Resulta muy interesante que hayan trabajado para ver los distintos subtipos de sífilis y que pueda adaptarse a los mismos». En su opinión, Moreno destaca que «han detectado además que se pueden elaborar anticuerpos para poder bloquear esas proteínas. Este es el primer paso para pensar en una vacuna».

Más casos en España

Desde luego, España sigue el patrón global de prevalencia, «estamos ante un problema de salud pública mundial. La OMS establece la lucha contra las ITS como prioritaria, pero hay que meterla en la agenda sanitaria para poder abordar y hacer frente al crecimiento exponencial de los casos, que no parece frenarse», comenta Muñoz García de Paredes. La preocupación que manifiesta Del Romero se hace patente a través de los estudios epidemiológicos que presentó, junto a su equipo, en el transcurso del XX Congreso Nacional de la Seimc, celebrado recientemente. Por un lado, analizaron muestras de los casos recogidos en el centro y, por otro, las causas de ese incremento. Así, Del Romero apunta que «las cifras de los casos de sífilis, por ejemplo, se han elevado un 201% desde 2001, en los que había unos 700 casos a 2016, en los que se alcanzaba casi los 3.500. Con un perfil claro: varones jóvenes que tienen sexo entre hombres y edades entre 25 y 35 años». Además, el equipo del Centro Sanitario Sandoval quiso evaluar la magnitud del «ChemSex» –prácticas sexuales de riesgo con abuso de drogas–, describir el perfil de los usuarios y evaluar la influencia del «ChemSex» y el uso de aplicaciones móviles sobre las prácticas sexuales sin preservativo, y la incidencia de ITS en la adquisición de este tipo de infecciones. El estudio se realizó en 2016 entre personas atendidas en el centro madrileño a través de una encuesta que recogió toda una serie de variables –entre las que se incluyeron las prácticas sexuales bajo el efecto de las drogas, los episodios de ITS y el uso de «apps» para la búsqueda de contactos sexuales– y se realizó el cribado del VIH y otras ITS.

Por su parte, el especialista de la CUN, Yuste Ara, subraya que «tener la infección no sólo es perjudicial, también por el peligro que supone de cara a contraer otras. En este caso, hay que destacar que la ITS por sífilis multiplica por diez el riesgo de contagio por VIH». Y el problema no se ciñe a la zona local. «Sufrir una ITS no es sólo tener los consabidos problemas en el área genital, sino que el resto del organismo, sino se detecta a tiempo también sufre las secuelas, cardiovasculares o en el SNS. –cuenta Muñoz García de Paredes y alerta de que–. He visto un caso de sífilis congénita en nuestro hospital, hecho que hace años no veíamos. Esto pone en relieve la importancia de atajar este problema de salud pública desde todos los ámbitos: más formación y educación, más herramientas en los centros para una mejor detección y más facilidad en la coordinación y derivación de pacientes».

También resulta primordial, como apunta Yuste Ara, abordar el tema de las resistencias de muchas ITS a los tratamientos. «En un momento en el que hay muchas bacterias que se encuentran al borde de la no respuesta terapéutica, como la que produce la gonorrea, el gonococo, tenemos que estar alerta y evitar las infecciones, esto es la propagación de una bacteria contra la que se ha previsto que en 2021 dejen de funcionar los medicamentos actuales». El Programa Mundial de la OMS de vigilancia de la resistencia antimicrobiana gonocócica, estudia las tendencias de la gonorrea resistente a los fármacos. Datos de la OMS, de 2009 a 2014, indican una amplia resistencia al ciprofloxacino (97%), a la azitromicina (81%) y desarrollo de resistencia al tratamiento actual de último recurso: cefalosporinas de espectro extendido, como la cefixima o la ceftriaxona (66%).

Frente a este grave problema, el especialista de la CUN insiste en que «hoy tenemos vacunas contra el meningococo que ofrecen cierta cobertura contra el gonococo, por ser de la misma familia del virus. Por eso, debemos recomendarla a determinados grupos de pacientes y destacar su utilidad en materia preventiva». Junto a ello, Muñoz García de Paredes recalca el valor de la inmunización: «En materia del cánceres genitales ha sido muy importante, clave, la aparición de la vacuna contra el virus del papiloma humano y cómo ha reducido la incidencia del cáncer». Yuste Ara añade que «en la actualidad tenemos dos opciones efectivas, una contra cuatro serotipos y otra contra nueve. Ambas útiles para conseguir al menos el efecto protector denominado rebaño».

No cabe duda de que la prevención, ya venga de la mano de la recuperación de campañas nacionales sanitarias, como alude la especialista del Gregorio Marañón, del «Póntelo, pónselo», podría devolver el respeto a este tipo de infecciones. «Parece que su repunte se debe a la pérdida del miedo al VIH, ya que ahora hay tratamientos que permiten una buena calidad de vida», subraya Del Romero.

Source: La Razon

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