Desde la notificación que dio el pasado 14 de diciembre Reino Unido sobre la identificación de una variante del virus SARS-CoV-2, que tiene una mayor transmisibilidad que el detectado en Wuhan a finales del 2019, ya este ha llegado hasta 51 países del mundo.
Si bien es normal que los virus muten, la preocupación surge con esta y otras variantes detectadas en las últimas semanas porque podrían aumentar el número de atenciones en centros hospitalarios que superarían la capacidad instalada. Aún no hay evidencia que estas mutaciones conlleven a una mayor severidad en los síntomas.
Source: El universo