Cataluña llega rota, partida en dos, a una de las semanas más cruciales de su historia, en la que sus autoridades prevén realizar una declaración unilateral de independencia amparándose en una ley de transición y los resultados de un referendo que fueron suspendidos por el Tribunal Constitucional.
La situación no es fácil. Según la última encuesta que difundió el Centre d’Estudis d’Opinió de la Generalitat (Gobierno de Cataluña) el pasado julio, solo el 41,1% de catalanes avala la independencia, mientras que el 49,4% la rechaza.
Source: El universo