Expertos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA encontraron cepas de una bacteria en la Estación Espacial Internacional (EEI). Tras examinarla, se dieron cuenta que es resistente a varios fármacos conocidos, abriendo un tema que pudiese ser preocupante.

Los científicos ya sabían que las bacterias podían adquirir material genético extraño más fácilmente en la microgravedad, además de elevar su resistencia a metales y antibióticos, por eso la investigación publicada en la revista BMC Microbiology, saca a colación un tema no menos importante para las futuras misiones.

Según mencionaron, identificaron cinco cepas de Enterobacter bugandensis en muestras tomadas de un inodoro y de una plataforma de ejercicios de la EEI en 2015. Según rescató RT, se detalló la composición genética de las cepas individuales y se compararon con todos los genomas públicos disponibles de Enterobacter recolectados en la Tierra.

Desafortunadamente, las bacterias encontradas son muy similares a tres cepas terrestres de E. bugandensis, que pueden causar infecciones en recién nacidos y pacientes mayores.

Pero el asunto no termina ahí: las cepas bacterianas son resistentes a cinco de los antibióticos de uso más frecuente, como la penicilina, y a dos de resistencia intermedia. De hecho, los investigadores concluyeron que existe un 79 % de probabilidad de que estas puedan causar enfermedades a los humanos.

La resistencia de las bacterias es un tópico que se entra a considerar cada vez más para las futuras misiones espaciales, sobre todo considerando los viajes de larga duración.

Source: fayerwayer