Crême “fraîche”: Crema fresca para preparaciones dulces y saladas

Crême “fraîche”: Crema fresca para preparaciones dulces y saladas

La crème fraîche es un tipo de nata fermentada procedente de la región francesa de Normandía. En ella se emplean cultivos bacterianos para producir ácido láctico a partir de lactosa, que le aportan un sabor ligeramente amargo característico y aumentan su viscosidad. Su sabor varía según el tipo de bacterias empleadas para la fermentación de la crema, pero también del tiempo que se deje fermentar e incluso del nivel inicial de grasa que contenga la nata.

Crême “fraîche”: Crema fresca para preparaciones dulces y saladas

Originariamente era un producto que se producía simplemente dejando la nata reposar con el calor del mediodía, era entonces cuando las bacterias naturales comenzaban a multiplicarse, acidificando y espesando la crema.

Como es lógico la crème fraîche elaborada a nivel industrial es a partir de nata pasteurizada por razones de seguridad alimentaria, a esta se les inocula una o varias cepas de bacterias seguras que serán las que produzcan la fermentación para obtenerla.

Con un alto porcentaje de materia grasa, entre un 30 a un 40 %, es de color blanco, textura cremosa, untuosa y además de menos ácida que otro tipo de cremas fermentadas. Podemos encontrarla en dos versiones, una más espesa denominada en Francia èpaise y otra más ligera llamada fleurette.

En repostería se emplea principalmente sobre fruta fresca, tortitas, galletas, helados y para acompañar tartas y pasteles.
En cocina salada la podemos emplear para dar un acabado cremoso y ligeramente ácido a las sopas, o para darle cuerpo a salsas y cremas, pues tiene la propiedad de que no se corta con el calentamiento. También como parte cremosa en aperitivos y bocaditos así que es una nata muy versátil y que podemos emplear en muchas preparaciones.

Cómo hacer crème fraîche casera

La crème fraîche podemos encontrarla en grandes superficies de alimentación en la zona de refrigerados junto a los bricks de nata y mantequillas, pero es también muy fácil de elaborar en casa por nosotros mismos pues tan solo necesitamos dos ingredientes y un poquito de paciencia.

Para preparar nuestra crème fraîche casera vamos a necesitar 250 mililitros de nata líquida con un 35% de materia grasa mínimo, y dos cucharadas de mantequilla a temperatura ambiente o de suero de leche también llamado buttermilk.

Echaremos la nata en un bol de cristal y le añadiremos las dos cucharadas de mantequilla. Removemos bien hasta que veamos que la mantequilla se ha disuelto en la nata. Pasamos esta mezcla a un recipiente que sea preferiblemente de cristal que tenga tapa, pero nunca de aluminio u otro metal reactivo.

Tapamos el bote con un pedazo de papel de cocina fuerte y lo atamos para que no se destape. Dejamos reposar el bote en un lugar templado de 12 a 24 horas con una temperatura aproximada de entre 20 a 25 grados. Una vez que la veamos espesa y cremosa la refrigeramos ya cerrada con una tapa hermética. Esta crème fraîche casera durará una vez preparada y refrigerada aproximadamente entre una semana a diez días.

Fuente: Directo al Paladar

RA

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Source: Informe21

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