«Mucha gente se sintió identificada con la idea de poder formar una familia», relató a Efe Polak, quien explicó que este apoyo le llegó tanto de la comunidad LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales) como de parejas heterosexuales que están realizando algún tipo de tratamiento de fertilidad.

Desde su primera publicación en Instagram, el 23 de junio, esta pareja ha conseguido vender «casi 5.000» dulces, lo que se traduce en un beneficio de «unos 3.200 dólares.»

La cifra le sorprendió a Polak, pues según los cálculos iniciales que hizo la pareja, para llegar a ahorrar en un año los 10.000 dólares que cuesta el tratamiento al que se quieren someter, debían vender una media de 70 alfajores al día durante un año.

«(El proyecto) se viralizó por todas las redes y por los medios y nunca pensamos que iba a ser todo tan rápido», recalcó la treintañeira, quien explicó que se decantaron por confeccionar estos dulces típicos del país porque les salía «rica la receta» y era «algo práctico y sencillo».

Asimismo, destacó que pese a tener su Instagram abierto, los cientos de mensajes que recibieron de algunos de sus más de 12.200 seguidores fueron «súper positivos» y no tuvieron ningún «tipo de crítica».

«Dicen que Uruguay es un país de viejos, pero en realidad se ve que está cambiando bastante la mentalidad», apostilló Polak.

No obstante, la agente inmobiliaria relató que para llevar adelante este proyecto tanto ella como su compañera sentimental -que trabaja en la telecomunicación- solo logran dormir una media de tres a cuatro horas por día desde hace semanas, ya que cuando llegan de sus trabajos se ponen en casa a cocinar y empaquetar alfajores.

«Al principio hacíamos el delivery a domicilio o en los trabajos, pero a raíz de un accidente con el auto los seguidores ofrecieron poner sus casas como puntos de retiro y algunos comercios también, por lo que en Montevideo hay 10 puntos de retiro», detalló.

Con respecto al tratamiento al que la pareja se quiere someter, Polak explicó que se trata de una fecundación in vitro de recepción de óvulos u ovocitos de la pareja, método conocido como ROPA.

«Estamos pensando hacerlo de la forma más nuestra, porque podemos hacer una inseminación artificial común, que es más barato y más sencillo, pero creemos que de esta manera el bebito puede tener características de las dos», comentó la emprendedora.

En este sentido, Polak añadió que el óvulo que sería fecundado sería el de Beretevide y que ella sería la que cargaría el embrión en su útero.

«Genéticamente va a tener los genes de Xime, pero ya es conocido que a través de la placenta también se trasmiten cosas de la madre que lo está engendrando. ¡Es como desafiar a la biología!», concluyó. EFE / RA