José Luis Martín del Yerro: «Con fórmulas matemáticas no se llega a la belleza»

José Luis Martín del Yerro: «Con fórmulas matemáticas no se llega a la belleza»

Tengo la suerte de contar entre mis amigos al Dr. José Luis Martín del Yerro. Es cirujano plástico, así que, ya saben, hay que hacerle mucho la pelota, por si acaso. Dicen que sus manos son mágicas. Y así debe ser, porque está en el famoso Top Ten de los cirujanos plásticos internacionales y siempre se le destaca por sus magníficas obras. O mejor dicho, por lo poco que se notan, aunque algunos, en vez de negarlas como suele ser habitual, decidan presumir de ellas. Es el caso del comentarista radiofónico y televisivo Josemi Rodríguez Sieiro, a quien cuando Martín del Yerro le preguntó si podía utilizar sus fotografías tras un lifting para hablar sobre tecnología del rejuvenecimiento se apresuró a aceptar: “¡Es que voy yo al Congreso a contarlo!”. “Le dije que prefería que me grabara un audio –cuenta sonriendo el doctor – y lo hizo encantado…Pero no es frecuente. Hay mucha más gente que prefiere ocultarlo. Y es normal. Esta es una cirugía que, en el fondo, lo que trata son las inseguridades, las faltas de autoestima, los problemas de autoconfianza. Operarse supone reconocer el problema que se tiene, así que solo suelen hacerlo las personas muy seguras de sí mismas” Los demás, las niegan. Aunque no todas las cirugías se puedan esconder. Las de mama, por ejemplo, siempre se notan… “No estoy de acuerdo en absoluto. – asegura Martín del Yerro- Se notan cuando se hacen cosas excesivas o cuando la persona las presenta en sociedad de una manera exagerada. Es decir, cuando las proporciones o actitudes se salen de los cánones de la naturalidad. Si no, no tienen por qué notarse”.

Lo que está claro es que para operarse sin que sea necesario para la salud hay que estar muy convencido y también saber que la cirugía plástica mejora, pero no hace milagros. “Lo fundamental en la evaluación del paciente es saber si tiene unas expectativas realistas o no. Lo peor que se puede hacer es operar a una persona que espera algo que no puedes conseguir. A veces el paciente lee algo en Internet que le hace creer que somos capaces de mucho más. Y yo soy muy firme y muy realista y no prometo aquello que no puedo cumplir. “ Me cuenta Martín del Yerro que las cirugías más demandadas son las de mama y luego las del rejuvenecimiento (lifting, párpados etc.), pero también las narices “Narices que no se noten.-puntualiza- La más bonitas es la que no se ve. Se dice que la nariz más bonita del cine es la de Catherine Deneuve y nadie tiene ni idea de cómo es, pero todo el mundo sabe cómo es la de Gerard Depardieu, Barbra Streisand o Michael Jackson. ¿Por qué? ¿por bonitas? No. Todos las conocen porque llaman la atención. Por eso lo fundamental en una rinoplastia es corregir los defectos que tiene la nariz pero no buscando la nariz ideal sino tratando de que pase desapercibida” Ahí es nada. Corregir, pero lo justito. Ni más ni menos. Hacerlo en su justa medida debe de ser un arte. “Bueno, a mí me cuesta mucho decir eso porque yo me considero mucho más un científico que un artista, pero sí es cierto que hay que añadirle una valoración subjetiva a las formas. Y aunque uno trate de hacer cánones de belleza con proporciones de medidas, con fórmulas matemáticas no se llega a la belleza, hay un componente subjetivo que es lo que yo, entre comillas llamo una visión un poco artística” Pero antes que el arte está la pura medicina para curar y salvar vidas. En eso suelen pensar los médicos cuando deciden serlo… “Eso era lo que yo quería al acabar la carrera, por eso trabajé muchos años en la UVI. Pero allí me faltaba el contacto con el paciente, porque los míos ni oían ni hablaban, solo les tenía que asistir la respiración y procurar que no se me murieran. Y yo echaba en falta ese contacto. Como mi gran amigo y a quien yo considero mi padre quirúrgico era cirujano cardiaco, el dr. Rufilanchas, estuve a punto de elegir esa otra especialidad , pero él me convenció de que optara por la cirugía plástica. Aunque es verdad que durante los 13 años que trabaje en el Hospital 12 de octubre lo que más hice fueron reconstrucciones de quemados, de cabezas y cuellos, de pies, brazos, abdómenes…O sea no era cirugía estética. Ese fue un gran bagaje para poder hacer luego cirugías menores”.

Source: La Razon

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