El póker que quiere elevar el vuelo cardenal

El póker que quiere elevar el vuelo cardenal

Pablo A. Rondón M. / @PablinhooAlee

Bastante se ha hablado del que el éxito del béisbol es tener un staff de pitcheo sólido. Esta teoría aumenta cuando se apreció a equipos como Tigres de Aragua del siglo XXI en el béisbol venezolano, los cuales daban prioridad a su cuerpo de lanzadores para alcanzar títulos de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, o Cardenales de Lara, de los años 90’s, los cualen poseían escopeteros de la talla de Edwin Hurtado o Giovanni Carrara.

Para la etapa decisiva de 2018, los barquisimetanos se las ingeniaron para integrar a cuatro brazos con capacidad de ser un ‘as’ de cualquier rotación en la pelota criolla. Al combo formado por Raúl Rivero, Néstor Molina y el cubano Jorge Martínez se sumó como adición desde Tiburones de La Guaira, el grandeliga Junior Guerra, todo para superar, en primera instancia, a Águilas del Zulia, su rival con el que se juega el pase a semifinales.

Y es el guayanés el que está llamado a abrir el fuego pues ya lanzó una sesión de bullpen con su nuevo uniforme para estar físicamente listo y tomar la pelota el mismo 2 de enero, previa decisión del mánager José Moreno, tal cual había declarado el Gerente General Carlos Miguel Oropeza. Guerra en ocho aperturas con los ‘litoralenses’ dejó efectividad de 2.98 en 45 innings y un tercio, obteniendo tres triunfos y dos reveses, acompañados de 30 recetados y un WHIP de 1.19. De por vida en enero sus números suben a 5.36 en 50.1 entradas laboradas, sin embargo, alzó el trofeo de campeón como refuerzo de Caribes de Anzoátegui en 2015, siendo la única vez que ha sido seleccionado por otra novena.

Por su lado, el antillano Martínez ha mostrado credenciales para ser un ‘as’ del staff alado, pues acumuló en el certamen siete lauros y ponchó a 40 rivales en 59 capítulos  y un tercio, arribando en seis de sus 11 aperturas al quinto inning de los compromisos, con un porcentaje de carreras limpias de 2.43 cuando inicia. Lleva dos años demostrando su dominio desde el morrito larense.

Rivero ha sido el ‘rey del pitcheo’ en Venezuela durante las dos zafras pasadas, al adjudicarse el premio ‘Pitcher del año’ y para esta 2017-18 no ha habido excepción: volvió a apuntarse siete victorias, como en las campañas del galardón, completó 55 episodios y dos tercios de acción, con 32 rivales abanicados, efectividad de 3.07 y un WHIP de 1.20, todo en 11 presentaciones. No ha tenido mayor suerte en playoff al acumular 5.53 en 25 choques.

Cierra el grupo quien se denomina “Superman sin Capa” como se conoce en sus redes sociales. Pese a tener algunas dificultades en su labor hacia la mitad de la campaña, Molina en el último mes de ronda regular retomó su nivel al colgar efectividad de 2.22 en 28 innings y un tercio, siendo las tres últimas aperturas sus mejores trabajos al superar la quinta entrada, amarrando a sus contrincantes con sólo dos carreras permitidas en ese lapso.

Pero hay que hacer un alto, porque a pesar de que se ve muy robustecida esta propuesta de lanzadores que tendrá Cardenales de Lara, aún hay lanzadores de jerarquía que han iniciado encuentros y serán un plus al bullpen que tendrá el estratega Moreno: Williams Pérez, César Jiménez y el cubano Yoanner Negrín.

Pérez fue un abridor muy sólido, pues ha lanzado en 38 capítulos durante ocho aperturas y le brindo al equipo centro-occidental  una efectividad de 2.84, con 28 abanicados. Bien pudiera disputar con Néstor Molina en el último puesto de la rotación que será a 4 iniciadores, pero de igual forma tenerlo como relevista es un arma que posee el piloto.

Ya Jiménez venía siendo parte del cuerpo de lanzadores zurdos que aparecen en el intermedio de los partidos del conjunto crepuscular, sin embargo, también ha realizado el primer envío de los encuentros en varias oportunidades, como en esta campaña donde lo hizo en cinco choques y estar desde el relevo da otro oxígeno para defender los encuentros.

El caribeño quizá no tuvo su mejor temporada en la LVBP (4.47 en diez choques), pero es un brazo que sabe ir largo en los cotejos y estas lides del campeonato posee buenos números: 4.10 de efectividad en 48 capítulos y un tercio, aunque siempre como abridor, que es su rol original, por lo cual desde el bullpen pudiera darle un ‘come innings’ al elenco barquisimetano.

A partir del segundo día del 2018 se verá si la apuesta de la Gerencia larense dará sus frutos y podrá devolver el trofeo de la LVBP a las vitrinas del estadio Antonio Herrera Gutiérrez, que aparece por allí desde la 2000-2001.

Source: Meridiano

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