Crisis de migrantes en Europa: Principales episodios

Crisis de migrantes en Europa: Principales episodios

El flujo de migrantes desde hace varios años a Europa ha provocado múltiples tragedias, con miles de ahogados en el Mediterráneo, además de crispaciones políticas y tensiones entre los países miembros de la UE, pese a una caída continua de las llegadas a las costas europeas desde 2015.

Crisis de migrantes en Europa: Principales episodios

2011-2014, un flujo progresivo

Tras un alza progresiva desde 2011, en el año 2014 la llegada de migrantes se multiplicó casi por cuatro, con un total de 280.000, de los cuales más de 170.000 a las costas italianas y 43.500 a las griegas.

Según la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), más de 3.500 personas que huían de la guerra o de la pobreza han muerto en el mar, la mayor parte de las cuales en el Mediterráneo central.

Según cifras del ACNUR de octubre de 2014, 144.630 sirios solicitaron asilo en el conjunto de la UE desde 2011, cuando empezó el conflicto en su país. Alemania y Suecia se distinguieron por sus esfuerzos a la hora de acoger migrantes.

2015, más de un millón de migrantes

Fue en 2015 cuando la situación adquirió unas proporciones vertiginosas: la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) censó 1.047.000 llegadas por mar a Europa, unas 854.000 de las cuales a Grecia y 154.000 a Italia. El alza se explica principalmente por el estancamiento de la guerra en Siria, combinado con un deterioro de las condiciones de vida en los campos de refugiados.

El 19 de abril de 2015 tuvo lugar frente a las costas libias la peor catástrofe ocurrida en el Mediterráneo en décadas. Hasta 800 migrantes procedentes de África del Oeste murieron en el naufragio de un arrastrero que colisionó con un carguero portugués que había acudido para auxiliarles. Ese año, ACNUR registró casi 3.800 víctimas.

A finales del verano de 2015, cuando cientos de miles de refugiados huían de los conflictos en Oriente Medio y otras zonas, la canciller Angela Merkel decidió abrir las puertas de Alemania, provocando una llegada masiva de solicitantes de asilo (890.000 en un año). Actuando de forma unilateral, se ganó las críticas de muchos de sus socios europeos.

El país, al borde de la saturación, reintrodujo después los controles en sus fronteras.

Otros países imitaron la decisión de Berlín, principalmente en el este de Europa, que rechazan las cuotas de reparto de refugiados entre los 28 miembros de la UE. Austria, República Checa, Eslovaquia, países de tránsito, restablecieron los controles fronterizos. Hungría y Eslovenia, principales países de entrada a la zona Schengen, erigieron vallas con alambradas.

Las solicitudes de asilo tocaron máximos, con 1,26 millones de solicitudes en la UE en 2015.

2016, acuerdo Turquía-UE

El 18 de marzo de 2016, la UE y Turquía cerraron un pacto migratorio para frenar el flujo de miles de migrantes a Grecia.

El polémico acuerdo prevé, a cambio de ayuda financiera, principalmente, la expulsión sistemática de todos los migrantes a Turquía. Combinado con el cierre de la ruta de los Balcanes, permitió reducir drásticamente las llegadas a Europa, que cayeron en 2016 a 390.000, según la OIM.

2017, Italia, en primera línea

Al quedar cortada la ruta que pasa por Grecia y Turquía, Libia se convirtió, pese a los peligros de la travesía, en la principal vía de migración en el Mediterráneo e Italia, en la principal puerta de entrada a Europa.

La tendencia se invirtió radicalmente a partir de mediados de julio de 2017, esencialmente debido a los acuerdos cerrados por Roma con las autoridades y las milicias libias.

Esos controvertidos acuerdos, que se acompañan del apoyo concreto de guardacostas libios, hicieron que las llegadas a Italia cayeran un 75%. Pero numerosas voces denunciaron el coste humano para los migrantes, que son detenidos y en muchos casos, víctimas de violencias y extorsiones en Libia.

2018, crisis política en la UE

En Italia, a donde llegaron unos 700.000 migrantes desde 2013, una coalición de la ultraderecha y los antisistema llegó al poder a finales de mayo y decidió, entre sus primeras medidas, negar la autorización para atracar en ningún puerto italiano a un barco humanitario cargado con 630 migrantes procedentes de África.

El «Aquarius» terminó su travesía en España, al cabo de una odisea de una semana en el Mediterráneo que exacerbó las tensiones en la UE, principalmente entre Roma y París.

En Alemania, el 18 de junio, el ala más conservadora de la coalición gubernamental dio un plazo de dos semanas a Angela Merkel para que se cierren las fronteras, lo que podría provocar una crisis política importante. AFP / RA

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Source: Informe21

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